Rusia, un país con mucha historia por recorrer con motorhome

Sin dudas, Rusia es un país con mucha historia y también con mucha cultura para recorrer en motorhome. No está de más repasar un poco de lo que puede recorrerse en este extenso país, que concentra sus principales atracciones de este tipo en la zona noroeste

Rusia, un país con mucha historia por recorrer en motorhome

Una escala ineludible en un viaje por Rusia es San Petersburgo, y uno de sus edificios emblemáticos es el Palacio de Invierno, que ahora tiene por nombre Museo del Hermitage. Esta fue la residencia más importante del zar del país hasta el año 1905, y constituye una postal de la Revolución Rusa.

A propósito de la épica de los zares, en la Catedral de San Petersburgo se encuentran los restos de Nicolás II, el último zar, su esposa Alejandra y tres de sus hijas.

La ciudad de San Petersburgo, de hecho, cautiva con palacios, con la Plaza del Palacio y la Columna de Alejandro.

En Moscú, es indispensable la visita al Palacio del Grand Kremlin, ícono de la Rusia Imperial, y la Catedral de San Basilio, donde está la tumba de Lenin, en la Plaza Roja.

Otro edificio histórico de mucho valor para el país es la estatua de la “Madre Patria”, que recuerda la Segunda Guerra Mundial. Está ubicada en la ciudad de Volgogrado, antiguamente llamada Stalingrado.

Un país con encanto cultural

Uno de los personajes más destacados de la cultura rusa es Fiodor Dostoievski, el escritor de obras tan famosas como Crimen y Castigo. Un hombre que nació en Moscú en 1821 y murió, sesenta años más tarde, en la ciudad de San Petersburgo. Precisamente, las dos principales urbes de Rusia cuentan con sitios que un fanático de Dostoievski querrá visitar con seguridad.

Frente a la Biblioteca del Estado Ruso, situada en la capital nacional, se erige una estatua que recuerda a este notable escritor.

Al mismo tiempo, en San Petersburgo puede accederse nada menos que a su última residencia. El gran escritor no era de asentarse en ningún lugar, ya que regularmente cambiaba de vivienda. Sin embargo, esta última ha conservado su recuerdo. Los muebles se han mantenido en una ubicación igual a la que tenían cuando Dostoievski vivía allí. Hasta las agujas del reloj de la casa marcan la hora en la que Dostoievski respiró por última vez: las 8:38 de la noche.

En esa misma residencia, Dostoievski, ya muy enfermo, escribió su última novela, otra de sus grandes obras: Los Hermanos Karamazov.

Para completar el panorama de la literatura, habría que aprovechar el paso por Moscú para empaparse de los museos que recuerdan a León Tolstói, otro ícono de la novela rusa. El autor de Guerra y Paz y Anne Karénina vivió muchos años en la capital nacional. Por ello, no debiera sorprender que allí se encuentren tres museos con su nombre.

Uno de ellos es su antigua casa, que incluye un hermoso jardín, donde creó un centenar de manuscritos.

También está el Museo Literario, que Lenin abrió en el aniversario 100 de la muerte del escritor. Sus libros y manuscritos se mantienen en perfecto estado, además de retratos, utensilios y grabaciones del escritor.

Finalmente, existe un centro de exposiciones que regularmente exhibe todo lo referido al patrimonio cultural de Tolstói. Está ubicado en una bellísima mansión de la calle Pyatnitskaya, en un complejo en el cual el escritor residió.

Un ícono de la pintura

Pero claro, el patrimonio cultural ruso no acaba en la escritura. Wassily Kandinsky es otro referente que ha dejado marcas no solo sobre sus cuadros, sino también sobre el suelo de Rusia.

El pintor, caracterizado por su estilo abstracto, nació en Moscú en 1866 (murió en Francia en 1944).

Precisamente, Kandinsky tuvo una relación de ida y vuelta con la capital rusa, la cual abandonó a los 29 años, para viajar a Múnich y lanzarse a su carrera artística. Sin embargo, volvió a Rusia entre 1914 y 1921 y brindó clases de pintura en distintos lugares de Moscú.

Debió dejar la ciudad porque el gobierno bolchevique no se llevaba bien con el arte abstracto. La casa en la que vivió en ese período, antes del exilio, cuenta con una placa conmemorativa. Si planeas visitarla (solo por fuera, ya que no puede entrarse), se encuentra en la calle Burdenko.

Además, en la Galería Tretyakov, de Moscú, se encuentra una obra de las más destacadas del pintor ruso, que precisamente retrata a la ciudad: Moscú I (Plaza Roja), de 1916.

Si buscas una excusa para alquilar una motorhome, ya la tienes, Rusia.

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